LA SOLEDAD DEL CORREDOR HUMALA

Ollanta Humala padece de soledad política. No estamos descubriendo la pólvora con esta afirmación, pero la misma nos permite entender por qué y cómo se toman algunas decisiones en el gobierno.

Para comenzar, como señala Steve Levitsky, es necesario acudir a una característica esencial de Humala: la desconfianza. El Presidente de la República solo deposita su confianza en alguien si a) es de su entorno familiar o b) le demuestra resultados. Por ello es que el peso de Nadine Heredia se explica más por esta variable antes que en un proyecto continuista.

En segundo lugar, Humala tiende a ver la política como una batalla en varios frentes. No en vano es un militar. El problema es que, al pelearse con todos, queda aún más aislado. De allí que, al mismo tiempo, está en bronca con la izquierda, el APRA y el fujimorismo. Volveremos luego a este punto.

Tercero, el Presidente de la República carece de operadores. Nadine es efectiva para la relación con su bancada, pero no deja de haber rencillas internas dentro de la misma. Víctor Isla le sirvió bien como presidente del Congreso que dejaba hablar a todos, pero su rol en la repartija de altos cargos públicos le significó su caída. ¿Y los ministros? En su mayoría, son tecnócratas con más o menos experiencia en el Estado, pero con poco peso político propio que impide, muchas veces, una llamada hacia algún opositor.

Por estas razones es que comparto la tesis de Javier Torres sobre la repartija. En su pragmatismo sin ideología, Humala entendió que “concediendo” un poco a todos podría tener cierta paz en 28 de julio. El problema es que el Presidente – y los demás partidos involucrados – subestimaron a la calle y a los medios como factores de control frente a las decisiones gubernamentales. Y quedó, al final, aún más aislado (y represor).

La gran pregunta es cómo Ollanta Humala puede ampliar su juego. Hay quienes le sugieren un cambio de gabinete, pero la interrogante es si alguien independiente podrá ser de la confianza de un presidente desconfiado y que tiene en su esposa, a su única consejera con ciertos visos de racionalidad. Más aún cuando varios de los cambios planteados en estos días apuntan a rotaciones de cargos, viceministros en ascenso o un perfil tecnocrático más parecido al actual.

El otro tema clave puede ser su mensaje del domingo. Allí, antes que los nombres, puede apostar a los temas. Y es otra forma de abrir juego. El problema es que su credibilidad está en el punto más bajo. Y dependerá de él mismo recuperarla.

2 respuestas a “LA SOLEDAD DEL CORREDOR HUMALA

  1. no es fácil desmontar un burdel de más de 100 años, regentado recientemente por apristas y fujimoristas por 20 años. es difícil construir a largo plazo teniendo la sinergia corrupción e ignorancia como determinante de una masa de borregos utilizados como barrera y contravoluntad.

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