DERECHOS HUMANOS Y CAMPAÑA ELECTORAL

Los derechos humanos son indispensables para la convivencia en democracia. De allí que resulte importante conocer las posturas de partidos y candidatos sobre el respeto de las libertades fundamentales en el país.

La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos planteó una agenda prioritaria de 11 puntos sobre la materia, con especial incidencia en el procesamiento penal de violaciones a los derechos humanos ocurridas en las décadas de 1980 y 1990, el respeto a los derechos de los pueblos indígenas, las reparaciones a las víctimas de la violencia y el reimpulso del Plan Nacional de Derechos Humanos (PNDH), principal instrumento de política pública en estos temas.

Al revisar los planes de gobierno, tanto Perú Posible, Gana Perú y Fuerza Social – antes de la renuncia de su plancha presidencial – son los grupos que se acercan más a esta agenda, incidiendo en el cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación y los derechos indígenas. El PNDH no ha sido mencionado en los planes de Toledo y Humala.

Estas tres agrupaciones fueron las mismas que suscribieron, hace algunas semanas, el Acta por la Justicia y la Vida, documento impulsado por dos organizaciones de víctimas civiles, policiales y militares del conflicto armado interno, con la colaboración del IDEHPUCP. Esta acta compromete a los partidos suscritos a continuar con la implementación del Plan Integral de Reparaciones, la construcción del Lugar de la Memoria y los procesos por violaciones de derechos humanos.

Sorprende que Alianza por el Gran Cambio no haya hecho propuestas sobre el particular en su plan ni haya suscrito el acta antes mencionada. Esto resulta llamativo por algunas de las personas que participan en esta confluencia: Humberto Lay (ex miembro de la CVR), Yehude Simon (indultado en 2001) y Marisol Pérez Tello(docente del curso de Derechos Humanos en una conocida universidad).

En relación con el fujimorismo, algunos gestos han dejado en claro su posición. Los candidatos al Congreso Martha Chávez y Víctor Robles Sosa se han manifestado a favor de una amnistía, y el actual parlamentario Rolando Souza ha puesto el grito en el cielo ante la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que reafirmó la inconstitucionalidad del Decreto Legislativo 1097 –la amnistía encubierta impulsada por Rafael Rey, miembro de la plancha– y que ratificó la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad.

¿Y Castañeda? Como en otras materias, el silencio es su respuesta.

(Columna publicada en Diario 16 el 24.03.2011)

15 respuestas a “DERECHOS HUMANOS Y CAMPAÑA ELECTORAL

  1. Godoy:

    ¿Sigues escribiendo para el pasquín de Toledo?

    Yo pensé que después de las últimas portadas y columnas de Tafur, por fin te iba a dar un espasmo de dignidad (después de las arcadas) e ibas a renunciar a colaborar con ese panfleto.

    Pero al parecer no te interesa mandar tu reputación por el water (como Tafur) y el plato de lentejas pudo más que los principios.

    ¿Después con qué autoridad moral vas a criticar a la “prensa mafiosa”?

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  2. Javier: Un medio felizmente no es la Unión Soviética y puedo hacer las críticas que deseo. En tanto y en cuanto eso se mantenga, seguiré colaborando en el diario. Y dado que no es el tema del post, lo dejo allí y te invito a que comentes el contenido de lo puesto alli.

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  3. SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS….entendamos todos los DDHH, y no solo de lo que mas frecuentemente se habla como los delitos de lesa majestad, tambien habria que preguntarle a Keiko, qué èiensa de la mutilacion que su padre con la USAID le infligio a 300 mil mujeres llevadas con enganhos y a veces a la fuerza para le ligadura de trompas, estaria ella de acuerdo a practicarse esta “operacion” ?? y los derechos de los ninhos ? esos que se mueren de frio y enfermedad, esos que viven casi sin defensas, esos que cuando viajas te piden limosna, esos que te piden las sobras o el espinazo del pescado que te comes alegremente al borde del mar……..esto ya para comenzar !!
    POR UN PERU LIBRE DE BASURA
    JOSé ANTONIO
    AMA SUA, AMA KELLA, AMA LLULLA

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  4. como comente antes estoy seguro que estos candidatos (PPK, Keiko, Castañeda) pensaran. DDHH que es esa cojudez? parafraseando a nuestro exelentisimo cardenal

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  5. Hoy estuve leyendo que entre los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU se encuentran
    CUBA, CHINA, LIBIA de un grupo de 30 miembros aprox. A Libia la acaban de suspender hace unos dias.
    O sea estos paises son los que velan por los Derechos Humanos del mundo, asi estamos.

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  6. Felicitaciones Jose Alejandro por el Blog, le vengo leyendo desde hace hace ya varios meses y me parece lo mas cercano a un reporte imparcial de politica en el Peru, Hoy recuerdo el articulo donde hablabas sobre como la candidatura de Castaneda era la mas propicia a caerse y se ha cumplido, espero que publiques pronto un articulo comentando esto, me hace recordar algo a cuando Lourdes quedo tercera aunque por muy poco, Castaneda de estar primero va a terminar 5to.

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  7. En nuestro pais la defensa de los derechos humanos esta en manos de los jueces y mientras ellos sigan en su copia y pega y mientras reciban digitacion de España seguirán haciendo normas que solo un cerebro trepanado podría proferir semejante burrada como el dicho por el TC donde señala que ES EL JUEZ EL QUE DICTAMINA QUE ES LESA HUMANIDAD,en verdad me he quedado pero con la boca abierta,es decir un juez dice que es o no lesa humanidad? .
    es decir que si yo robo una gallina y el juez dice que debo ser procesado por secuestro por que así lo dictamina?,

    Nadie puede ser procesado por lo que se le ocurre al juez,sino que el delito tiene que estar tipificado,lesa Humanidad tiene sus prerrogativas y eso creo que lo conocemos todos y el juez tiene que apegarse a ellas,creer que esta bien por que perjudica a los fujimoristas es perder la brujula de todo.

    Esto a pasado piolaza y nadie dice nada o por que no conoce o por que esta acostumbrado a aplaudir.

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  8. Tu Emperadorxxx, podrías por favor colocar el link, colgar el video o audio donde se pueda leer textualmente o ver o escuchar al cardenal Cipriani preguntándose -como tu afirmas- “DDHH que es esa cojudez”…y si no lo encuentras ni eras capaz de hacerlo, serías tan hombre, mujer o quién sabe qué, de disculparte por repetir una mentira y admitir que te equivocaste?

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  9. COBARDIA E HIPOCRESIA (Acerca de Cipriani y la cojudez que son los Derechos Humanos)
    (Articulo de nuestro Premio Nobel Mario Vargas Llosa publicado por el diario el Pais el 8 de Diciembre de 2002)

    El cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima, habla a veces con una claridad tremante. En su homilía del 24 de noviembre, en la catedral de Lima, por ejemplo, llamó “cobardes e hipócritas” a los legisladores peruanos que, dos meses antes, habían considerado, en la revisión de la Constitución que se halla en marcha, exceptuar, dentro de la prohibición del aborto que consigna la carta constitucional, los casos en que el parto pondría en peligro la vida de la madre.

    El Presidente de la Conferencia Episcopal del Perú, monseñor Luis Bambarén -quien, a diferencia de Cipriani, tiene unas sólidas credenciales de lucha en favor de los derechos humanos en la historia reciente del Perú- se apresuró a pedir excusas a los congresistas peruanos por el insulto, y, reiterando la oposición de la Iglesia católica al aborto, explicó que aquel exabrupto no comprometía a la Institución, sólo a su exaltado autor.

    Juan Luis Cipriani no pasará a la historia por su vuelo intelectual, del que, a juzgar por sus sermones, está un tanto desprovisto, ni por su tacto, del que adolece por completo, sino por haber sido el primer religioso del Opus Dei en obtener el capelo cardenalicio, y por su complicidad con la dictadura de Montesinos y Fujimori, a la que apoyó de una manera que sonroja a buen número de católicos peruanos, que fueron sus víctimas y la combatieron. La frase que lo ha hecho famoso es haber proclamado, en aquellos tiempos siniestros en que la dictadura asesinaba, torturaba, hacía desaparecer a opositores y robaba como no se ha robado nunca en la historia del Perú, que “los derechos humanos son una cojudez” (palabrota peruana equivalente a la española “gilipollez”). Porque el cardenal Cipriani es un hombre que, cuando se exalta -lo que le ocurre con cierta frecuencia- no vacila en decir unas palabrotas que, curiosamente, en su boca tienen un retintín mucho más cómico que vulgar.

    Nadie puede regatearle al arzobispo de Lima su derecho a condenar el aborto, desde luego. Éste es un tema delicado, que enciende los ánimos y provoca la beligerancia verbal -y a veces física- en los países donde se suscita, pero sería de desear que los prelados de la Iglesia que tienen posiciones tan rectilíneas y feroces sobre el tema del aborto, y no vacilan en llamar “asesinos”, como él lo ha hecho, a quienes estamos en favor de su despenalización, mostraran una cierta coherencia ética en sus pronunciamientos sobre este asunto.

    A quienes estamos a favor de la despenalización jamás se nos ocurriría proponer que el aborto fuera impuesto ni obligatorio, como lo fue en China Popular hasta hace algunos años, o en la India, por un breve período, cuando era primera ministra la señora Indira Gandhi. Por el contrario; exigimos que, como ocurre en Inglaterra, España, Francia, Suiza, Suecia y demás democracias avanzadas de Europa occidental, donde la interrupción de la maternidad está autorizada bajo ciertas condiciones, ésta sólo se pueda llevar a la práctica después de comprobar que la decisión de la madre al respecto es inequívoca, sólidamente fundada, y encuadrada dentro de los casos autorizados por la ley.

    A diferencia de esos fanáticos que en nombre de “la vida” incendian las clínicas donde se practican abortos, acosan y a veces asesinan a sus médicos y enfermeras, y quisieran movilizar a la fuerza pública para obligar a las madres a tener los hijos que no quieren o no pueden tener (aunque sean producto de una violación o en ello les vaya la vida), quienes defendemos la despenalización no queremos obligar a nadie a abortar: sólo pedimos que no se añada la persecución criminal a la tragedia que es siempre para una mujer verse obligada a dar ese paso tremendo y traumático que es interrumpir la gestación.

    Desde luego que sería preferible que ninguna mujer tuviera que verse impelida a abortar. Para ello, por lo pronto es indispensable que haya una política avanzada de educación sexual entre los jóvenes y que el Estado y las instituciones de la sociedad civil suministren información y ayuda práctica para la planificación familiar, algo a lo que la Iglesia católica también se opone. Desde luego, la planificación familiar sólo puede consistir en facilitar una información sexual lo más amplia y objetiva posible, y una ayuda a quien la solicita, pero de ninguna manera en inducir, y mucho menos en imponer por la fuerza a las mujeres una determinada norma de conducta en torno a la gestación y el alumbramiento.

    La dictadura de Fujimori y de Montesinos no lo entendió así. Estaba a favor de la “planificación familiar” y la puso en práctica, con una crueldad y salvajismo sólo comparables a las castraciones y esterilizaciones forzosas que llevaron a cabo los nazis contra los judíos, negros y gitanos en los campos de concentración. Los agentes de salud -enfermeras y médicos entre ellos- de la dictadura que asoló el Perú entre 1990 y 2000, se valían de estratagemas farsescas, en las campañas que llevaban a cabo en comunidades y aldeas campesinas, principalmente andinas, aunque también selváticas y costeñas, como convocar a las mujeres a vacunarse o a ser examinadas gratuitamente. En verdad, y sin que nunca se enteraran de ello, eran castradas. De este modo fueron esterilizadas más de 300.000 mujeres, según ha revelado una investigación parlamentaria. Fujimori seguía de cerca esta operación -en la que perecieron desangradas o por infecciones millares de campesinas- de la que le informaba semanalmente el Ministerio de Salud.

    ¿Dónde estaba el furibundo arzobispo de Lima mientras la dictadura de sus simpatías perpetraba, con alevosía y descaro, este crimen de lesa humanidad contra cientos de miles de mujeres humildes? ¿Por qué no salió entonces a defender “la vida” con las destempladas matonerías con que sale ahora a pedir a Dios “que no bendiga” a quienes perpetran abortos? ¿Por qué no ha dicho nada todavía contra esos cobardes e hipócritas funcionarios del fujimorato que perpetraron aquellos crímenes colectivos valiéndose del engano más innoble para cometerlos?

    Las organizaciones feministas le han recordado al arzobispo Cipriani que unos 350 mil abortos “clandestinos” se llevan a cabo anualmente en el Perú. Y pongo clandestinos entre comillas pues, en realidad, no lo son. La periodista Cecilia Valenzuela, mostró, en su programa “Entre líneas”, la misma noche de la homilía del cardenal, un espeluznante reportaje sobre el “aborto clandestino” en el que aparecían dantescas imágenes de fetos arrojados en las playas de Lima, y avisos publicitarios, en muchos periódicos locales, de comadronas y aborteros que ofrecían al público servicios de “raspados” y “amarre de trompas”, sin el menor disimulo. Ésta es una realidad que el Estado no puede soslayar: cientos de miles de mujeres se ven obligadas a abortar y lo hacen en condiciones que reflejan la abismal disparidad social y económica de la sociedad peruana. En el Perú, como en la mayor parte de los países que penalizan el aborto, las mujeres de la clase media y alta abortan en clínicas y hospitales garantizados, y por mano de médicos diplomados. Las pobres -la inmensa mayoría-, en cambio, lo hacen en condiciones misérrimas en las que a menudo la madre se desangra y muere a causa de la falta de higiene y de infecciones. La despenalización del aborto no persigue estimular su práctica; sólo paliar y dar un mínimo de seguridad y cuidado a un quehacer desgraciadamente generalizado y cuyas víctimas principales son las mujeres de escasos recursos. No es inhumanidad y crueldad lo que lleva a innumerables madres a interrumpir el embarazo: es el espanto de traer al mundo niños que llevarán una vida de infierno debido a la miseria y la marginación.

    La Iglesia católica tiene todo el derecho de defender su rechazo del aborto y de pedir a los creyentes que no lo practiquen. Pero no tienen derecho alguno de prohibir a quienes no son católicos actuar de acuerdo a sus propios criterios y a su propia conciencia, en una sociedad donde, afortunadamente, el Estado es laico, y -por el momento, al menos-, democrático. La discusión sobre dónde y cuándo comienza la vida no es ni puede ser “científica”. Decidir si el embrión de pocas semanas es ya la vida, o si el nasciturus es sólo un proyecto de vida, no es algo que los médicos o los biólogos decidan en función de la ciencia. Eso es algo que deciden en función de su fe y sus convicciones, como nosotros, los legos. Con el mismo argumento que los partidarios de la penalización proclaman que el embrión es ya “la vida” podría sostenerse que ella existe todavía antes, en el espermatozoide y que, por lo tanto, el orgasmo de cualquier índole constituye un verdadero genocidio. Por eso, en las democracias, es decir en los países más civilizados del mundo, donde impera la ley y la libertad existe, y los derechos humanos se respetan y la violencia social se ha reducido más que en el resto del mundo, esa discusión ha cedido el paso a una tolerancia recíproca donde cada cual actúa en este campo de acuerdo a sus propias convicciones, sin imponérselas a los que no piensan igual, mediante la amenaza, la fuerza o el chantaje. Y en ellos se reconoce que la decisión de tener o no tener un hijo es un derecho soberano de la madre sobre la que nadie debe interferir, siempre y cuando aquella decisión la madre la adopte con plena conciencia y dentro de los plazos y condiciones que fija la ley. Si alguna vez el país en el que nací alcanza los niveles de civilización y democracia de Inglaterra, Suecia, Suiza y (ahora) España, para citar sólo los que conozco más de cerca, ésta será también la política que terminará por imponerse en el Perú. (Ya sé que falta mucho para eso y que yo no lo veré).

    Una última apostilla. Cada vez que se le afea su conducta ciudadana y sus úcases políticos, el arzobispo de Lima blande la cruz y, envuelto en la púrpura, clama, epónimo: “¡No ataquen a la Iglesia de Cristo!”. Nadie ataca a la Iglesia de Cristo. Yo, por lo menos, no lo hago. Aunque no soy católico, ni creyente, tengo buenos amigos católicos, y entre ellos, incluso, hasta algunos del Opus Dei. Tuve un gran respeto y admiración por el antiguo arzobispo de Lima, el cardenal Vargas Alzamora, que defendió los derechos humanos con gran coraje y serenidad en los tiempos de la dictadura, y que fue una verdadera guía espiritual para todos los peruanos, creyentes o no. Y lo tengo por monseñor Luis Bambarén, o por el padre Juan Julio Wicht, el jesuita que se negó a salir de la Embajada del Japón y prefirió compartir la suerte de los secuestrados del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, y por el padre Gustavo Gutiérrez, de cuyo talento intelectual disfruto cada vez que lo leo, pese a mi agnosticismo. Ellos, y muchos otros como ellos entre los fieles peruanos, me parecen representar una corriente moderna y tolerante que cada vez toma más distancia con la tradición sectaria e intransigente de la Iglesia -la de Torquemada y las parrillas de la Inquisición- que el vetusto cardenal Juan Luis Cipriani se empeña en mantener viva contra viento y marea.

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  10. Memorex un poquito de memorex y sentido comunex, Ah y no solamente tienes que ver un video o escuchar un audio tambien se puede leer, Revista caretas abril de 1994 declaraciones del Arzobispo de Ayacucho Juan Luis Cipriani, si el mismo que colgo un letrero en su Arzobispado que decia: “Aqui no se aceptan denuncias de DDHH” . Ahora ya sabes donde ubicarlo por lo menos reliza esa tarea, y no se necesita ser hombre, mujer , homosexual o lo que sea como textualmente refieres simplemente tienes que ser humano para reconocer errores y el tuyo es no informarte, no leer, no pensar, aveces, sino esperar que la informacion llegue digerida a tu cerebro, aunque tienes como excusa el caotico sistema educativo tan venido a menos estos ultimos años.

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  11. tuemperadorxxx

    Acepta el reto de Memorex. Todos sabemos qué opinión tiene Cipriani sobre los derechos humanos, pero nunca dijo esa frase. Se refirió a la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (lo que no es disculpa, en absoluto). En vez de insultar, acepta que no pudiste contestar lo que dijo Memorex y punto.

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  12. en este video se ve parte de la charla que da cipirniani donde dice eso de los DDHH son una cojudes

    yo vi el video integro que lo paso Cesar Hidelbrant y ahi Cipriani dice que un militar esta a 4 mil metros sin provisiones cagandose de frio etc. yque el militar dice a sus adentros para mis los DDHH son una cojudes
    lo mismo que dice el militar cuando saluda a su mayor de grado y dice por dentro este es un conchh de su madr

    Desgraciadamente casi todos son cajas de resonancia de algunos interesados

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  13. A ver tuemperadorxxx, puedes darnos por favor el número de la revista Caretas de 1994 donde aparecen textualmente las supuestas declaraciones del señor Cipriani diciendo o afirmando que “los derechos humanos son una cojudez”.
    Lo de la pregunta lo escribiste tu: “DDHH que es esa cojudez? parafraseando a nuestro exelentisimo cardenal”.

    Lo que sí recuerdo claramente es a un reportero ayacuchano que hizo una entrevista al señor Cipriani para la revista Caretas, en la que decían que había dicho eso. Mortificado, el periodista ayacuchano claramente decía que en su entrevista, tanto en la versión que él tenìa grabada como en la que publicó Caretas, ni se dijo ni aparecía esa frase. Sabes cómo se llama ese periodista? Averigua. Pero antes a ver danos el núemro de la revista Caretas, yo tengo la colección completita, aunque de repente me falta un número, quien sabe, sino, ya sabes, aprende a ser hombre, mujer o lo que sea, y admite que mientes.

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