LA FALTA DE ESTADO NOS HACE PERDER VIDAS

Muchos nos hemos visto conmovidos por la muerte de Paola Vargas, una joven contadora quien falleció por un golpe en la cabeza, luego de haber sido arrojada de una unidad de transporte público por presuntos miembros de una barra brava. La indignación de muchos se ha visto reflejada en grupos en Facebook y en la atención que los medios de comunicación le han puesto a este caso.

Viendo el caso con más detalle y, además de sancionar drásticamente a los responsables directos de este lamentable fallecimiento, conviene analizar algunos de los factores que, siendo cotidianos, incidieron en los hechos ocurridos y en el desenlace fatal de esta historia. Como veremos, aquí el gran ausente es el Estado peruano.

Todos a quienes nos gusta el fútbol sabemos que vamos al estadio con cierto riesgo. Y es que, además de los hinchas que compran su entrada en la tribuna de su preferencia y adsequibilidad económica, tenemos barras bravas cuyos actos violentos todos conocemos. Existen normas para sancionar y prevenir estos actos, pero hasta el momento, la Policía Nacional no cuenta con un protocolo para poder proceder en estos casos, dejándose a la mera experiencia las formas en como proceder.

Además de la respuesta represiva, necesaria por la comisión de delitos por parte de estos grupos, conviene entender por qué se producen estos comportamientos para las necesarias políticas de prevención. Marcel Velásquez, sociólogo especialista en temas de jóvenes, explica:

En el Perú, el fenómeno de la delincuencia juvenil crece incontrolablemente. Según cifras extraoficiales, en Lima hay más de 500 pandillas juveniles con cerca de 20.000 miembros. Se pueden clasificar en pandillas escolares, barras bravas o pandillas delictivas. El 14% de los limeños ha sido víctima de agresiones de pandillas en los últimos doce meses y el 93% considera que este problema es muy grave (IPSOS Apoyo).

¿Por qué florecen las pandillas en un mundo global y en una sociedad con cifras macroeconómicas de crecimiento sostenido? ¿Cómo se gestan las relaciones entre las barras bravas y las pandillas delictivas? ¿Cuál es el papel de los nuevos medios tecnológicos entre estas tribus urbanas?

La neotribalización de la sociedad de masas es un fenómeno propio del mundo contemporáneo. Por un lado, se imponen formas de sensibilidad, sociabilidad y consumo cultural comunes, con la consecuente desindividuación; por el otro, se incrementan las microsociedades que garantizan al sujeto un vínculo social perdurable, una cohesión de ideales y un refugio emocional que el mercado no puede ofrecer.

La mayoría de las pandillas juveniles son una respuesta social que busca reconocimiento e inclusión en sociedades donde las formas institucionales tradicionales (familia, escuela y trabajo) están en crisis o abierta descomposición. La adhesión incondicional al líder, la red de lealtades y el territorio delimitado manifiestan una desesperada voluntad de afirmar una identidad individual/social y filiarse con un espacio propio.

Las pandillas juveniles poseen estructuras tradicionales regidas por el orden y la jerarquía, pero están, simultáneamente, globalizadas. Los Latin Kings, la Mara Salvatrucha, la Mara 18, entre otros, son parte de los rostros globales de nuestros tiempos. Sin embargo, ante un mundo desterritorializado por la lógica del capitalismo global, el cuerpo de los pandilleros busca recuperar la plena integración con el territorio físico o simbólico. El imperativo de goce del capitalismo tardío se vive entre las pandillas juveniles a costa del daño o perjuicio de los otros, su goce se funda en la trasgresión social y el dolor ajeno.

En la ciudad de Lima, los distritos con más pandillas son Comas, Villa María del Triunfo, San Juan de Lurigancho, El Agustino y el Callao. El perfil del pandillero típico remite a las cicatrices de la pobreza, la violencia familiar, la exclusión social, el desempleo y el consumo de drogas. A pesar de ello, el fenómeno no puede ser reducido a los típicos problemas de los barrios periféricos pobres; hoy, las pandillas ganan terreno entre las clases medias.

El Decreto Legislativo 990 del año 2007 define a la pandilla perniciosa como aquel “grupo de adolescentes cuyas edades fluctúan entre los doce y dieciocho años y que actúan en forma conjunta para atentar contra la integridad física, la vida, el patrimonio o la libertad sexual de las personas o dañar bienes públicos o privados u ocasionar desmanes que alteren el orden público”. Esta norma ha aumentado las penas contra los miembros de pandilla que cometan actos ilícitos. Sin embargo, la mera represión legal nunca ha solucionado un problema sociocultural.

Las barras bravas del fútbol peruano constituyen una minoría social que posee el monopolio de la representación simbólica de los aficionados a este deporte. Ellas han sido siempre refugio para delincuentes de menor monta. Los equipos más populares se precian de tener varios conjuntos de hinchas capaces de enfrentarse violentamente contra los rivales, y esto satisface la lógica machista de este deporte: “Mi equipo pierde el partido, pero yo le pego a los hinchas rivales”. En el peregrinaje hacia el estadio, las barras bravas suelen robar y saquear; durante los partidos consumen alcohol y se drogan.

Las pandillas juveniles de delincuentes tienen en las numerosas barras bravas una cantera para sus miembros. Los más “faites”, los más avezados se convertirán en los futuros asaltantes o secuestradores. Se multiplican las leyendas urbanas que celebran la vida breve pero intensa de quienes no tienen nada que perder. El cuerpo tatuado con las banderas de los equipos empieza a incorporar las cicatrices de los puñales enemigos o las huellas de las balas: el reino del fútbol es reemplazado por el imperio del crimen.

Los reportajes televisivos o periodísticos solo sirven para avivar el fuego. Los pandilleros posan, actúan violentamente, muestran su cuerpo y lanzan gritos de guerra contra los otros. “Maté a dos con un desentornillador”, “mi pistola goza disparando”, “yo solo busco respeto”. El sensacionalismo obtiene un buen titular y el líder de la pandilla ratifica su poder.

Las nuevas tribus urbanas son adictas a las tecnologías de comunicación. Las pandillas juveniles emplean el celular, el Chat, las páginas Web, el Hi5. No les basta el territorio acotado de un barrio o unas cuadras, también luchan por una cuota en el ciberespacio. Allí obtienen respeto, narran sus gestas épicas, sueñan, pero, sobre todo, buscan el reconocimiento y la visibilidad social que la ciudad hegemónica les niega.

Aquí, clubes de fútbol, municipalidades y el gobierno central – así como los propios hogares – tienen una tarea pendiente desde hace dos décadas, por lo menos. ¿Políticas para atender los problemas de adolescentes y jóvenes? Parece que eso no existe en la mente de nuestras autoridades, sean locuaces o mudas.

Esta carencia de accción ocurre también frente al transporte público, co-responsable en no detener lo ocurrido el sábado. El Comercio indica una de las causas porque buena parte de quienes manejan una combi o una coaster tratan a los pasajeros peor que al ganado vacuno u ovino:

¿Qué hay detrás de aquella —bien ganada— mala imagen que tenemos hoy de los choferes de los ómnibus, coasters y combis que inundan una ciudad de pavimento caliente como esta? ¿Qué los llevó a ganarse esa fama de vivarachos, correteadores y prestos para la coima y la sacada de vuelta? Un trabajo de Claudia Bielich, investigadora del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), analizó esta problemática desde un ángulo certero e innovador: la influencia del sistema laboral de las empresas de transporte en el caótico tránsito limeño.

En el estudio, para el cual se entrevistó a choferes, cobradores, accionistas, dirigentes y dueños de tres empresas del rubro, Bielich comprobó que la avezada forma de manejar de los primeros, que ocasiona incontables accidentes y congestión vehicular, es producto de la falta de un sueldo fijo y la inestabilidad laboral en la empresa para la cual trabajan. El resultado de ello, según las conclusiones, no podía ser peor, aunque sí evidente: hoy, las jornadas de los conductores y cobradores suelen ser de 15 o 17 horas, seis días por semana, y en ellas se debe luchar por recoger la mayor cantidad de pasajeros para obtener así mayores ganancias.

La especialista recuerda que el origen de la informalidad en el transporte público se originó en los tiempos de Fujimori, exactamente en julio de 1991, con la promulgación del Decreto Ley 651, que permitió a cualquier persona natural y jurídica prestar este servicio. “Nació como una solución a la poca oferta del transporte que había en aquel tiempo, pero terminó con una caótica sobreoferta”, sostuvo.

Esta realidad dio origen a tres personajes que hasta hoy se incluyen dentro de la problemática: la empresa a la que, por ley, cada municipalidad autoriza una determinada ruta de transporte (en la capital es el concejo metropolitano); el propietario de un vehículo destinado a prestar el servicio; y el operador del mismo o chofer. En la mayoría de casos, explica Bielich, son los propios dueños de los carros quienes los manejan.

De acuerdo con el estudio, son las empresas formales, como Etupsa, las que brindan una mayor estabilidad al conductor, pues estas son responsables del mantenimiento del vehículo, gasolina, multas e incluso la alimentación de sus trabajadores. Sin embargo, el mayor porcentaje del transporte público, las coasters y combis, delegan esto al propio chofer. “De esta manera —indicó Bielich— estos deben manejar y crear sus propias reglas y la lucha por captar más pasajeros”.

“Además, las empresas formales y las que no tienen unidades suelen castigar monetariamente a los conductores si es que no llegan a un lugar en un tiempo específico; pese a que es un intento de ordenar el transporte, esto puede alentar la competencia irresponsable”, agregó.

Dejar el transporte sin regulación – gracias Fujimori y los gobiernos que le siguieron – nos ha costado miles de vidas en el Perú. Formalizarlo es una tarea pendiente que, si comienzan a trabajar en ella el gobierno central y los gobiernos locales, junto a las empresas de transporte, puede ser uno de los pocos legados buenos que la administración García le lege a su sucesor.  Quizás si comenzamos a ver el transporte como un servicio público podríamos comenzar a variar de actitud.

Finalmente, me sorprende que la víctima de este lamentable hecho haya tenido que ser atendida en tres centros de salud, en tres puntos distintos de Lima. Ello nos demuestra la carencia de un sistema de salud integrado, en el que ninguno de los actores se salva, ni públicos ni privados.  Basta escuchar el Rotafono de RPP todos los días para saber las carencias que la salud en el país tiene.

Peor aún, el gasto en inversión pública en salud es bastante pobre. Veamos lo que ocurre en el Ministerio de Salud. De acuerdo con las cifras del portal de Transparencia Económica del MEF, actualizadas al día de ayer, el presupuesto ampliado del Ministerio es de S/. 3,732,104,265. Para la adquisición de activos no financieros, es decir, para la inversión en equipos e infraestructura, solo se destinan S/.499,549,44. ¿Cuánto se ha gastado efectivamente? S/. 75,936,079, lo que representa apenas el 16.6%.

Así que, más allá de discursos gastados, leyes efectistas y artículos triunfalistas, el Perú debe avanzar, pero hacia reformas que nos impidan que más vidas se pierdan por inacción estatal.

21 respuestas a “LA FALTA DE ESTADO NOS HACE PERDER VIDAS

  1. Pues si, completamente de acuerdo. El lamentable evento es solo la punta del iceberg y generalmente permanecemos insensibles o lo tomamos como una realidad normal. Es inadmisible que tengamos que sortear riesgos terribles contra nuestras vidas diariamente frente a una tradición heredada de mala administración y gestión social.

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  2. Vaya! increíble, así que en ese análisis sociológista (que no sociológico), los pandilleros no son sino unas pobres víctimas del capitalismo global.
    Es alucinante como se busca despojar de responsabilidad individual a estos desadaptados, para achacársela -por cuestiones ideológicas- al Gobierno, al Estado,a la policía y al capitalismo, osea, ¿los pandilleros no son responsables de nada? , ¿pueden ir por allí arrasando todo a su paso, matando a gente inocente y encima debemos considerarlos “víctimas del sistema”?.
    Creo que más bien habría que buscar la responsabilidad de todos aquellos que han contribuido a desarmar a la Policía y “empapelarla” cada vez que ellos actúan con las armas que se les han entregado para imponer el orden.
    Finalmente, pensar en penas más altas para aquellos salvajes que -bajo pretexto de un equipo de fútbol- sacan a la luz sus bajos institntos y también buscar la responsabilidad solidaria de aquellas instituciones deportivas que conviven y apañan a estos criminales.
    Finalmente, debe quedar claro que aquél que golpea a una chica indefensa y la arroja desde un carro en movimiento, no es ningún pobrecito víctima del “capitalismo”, sino un sujeto salvaje y antisocial al que le debe caer todo el peso de la ley y pagar por las consecuencias de sus actos.
    Y nada de apañar a estos criminales bajo elucubraciones sociologístas y demás malabarismos verbales.

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  3. La sociedad peruana esta gravemente enferma y esto de las barras bravas es una de sus manifestaciones. La gente esta orientada a hacer lo que le da la gana no hay respeto a las autoridades ni estas se hacen respetar.
    Los microbuseros abusan de la gente y los obligan a bajarse a la volada, lo choferes de omnibus toman licor y corren en exceso con un vehiculo mal mantenido ocasionando muertes a diario en la carretera, las barras bravas acosan a su paso a los transeuntes y ni hasta en su casa la gente esta a salvo, recordemos aquella familia que fue apedreada dentro de su casa por las barras bravas. En fin esta sociedad enferma creada por el Fujimontecinismo tiene que ser curada , pero no por este gobierno que no tiene liderazgo ni la capacidad para hacerlo porque sus propios integrantes estan podridos. Que puede pensar un joven al ver la noticia de que Fujimori que ha sido condenado, se encuentre deshojando margaritas por todo el local de la DIROES? Estara lejos el dia que lo ampayen saliendo de parranda por las noches? Quizas ya este sucediendo. Ese es el ejemplo que vemos a diario y que muchos quieren imitar. Cuidense porque la verdad es que en el Peru la vida no vale un comino.

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  4. Alfredo, siempre leo tus comentarios y siempre son con el higado en la mano, y esta vez como en muchas otras no tienes razón, no hay peor ciego que el que no quiere ver, el señor Godoy, no está justificando las actitudes de las personas que delinquen, está haciendo un análisis, muy al margen de la sanción y el repudio que se merecen estas actitudes negativas, pero para dar solución al problema, no es solo sancionar, tenemos que impedir que esto siga avanzando, piensa que todos somos producto de nuestro entorno y si este no mejora la delincuencia nos va a sobrepasar, debias sumarte y dar propuestas en vez de solo dedicarte a criticar, es una sano consejo que te da una ciudadana que también está preocupada por la violencia que se da día a día en nuestro entorno y de la cual podemos ser víctimas.

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  5. El mediocre y corrupto mundillo futbolero local es la madre de la bestia. Los miles de pirañas, drogadictos y descarriados jovenzuelos, varios de ellos delincuentes, que por su lamentable ignorancia y exclusión se aferran a equipos que no valen un centavo en el medio futbolístico internacional son pasto fácil para los mercaderes de la muerte. No es casualidad que la mayoría de pandilleros sean “hinchas” futboleros y se droguen antes, durante y después del partido de su equipo favorito, con la consiguiente criminalidad que ello deriva en incontables casos pero que no son denunciados. Tampoco es casualidad que encontremos marcas de cerveza en estadios, camisetas deportivas y en todo el merchandising futbolero local. EL FULBOL PERUANO ES UN BUEN NEGOCIO PARA VENDER CERVEZA. Si la industria cervecera invierte millonadas en este mediocre escenario futbolero local es porque ve en los miles de adolescentes y jóvenes con serias carencias afectivas, con hogares destruidos y viviendo en situaciones de riesgo e incluso en la drogodelincuencia, a CONSUMIDORES de largo aliento.
    Así las cosas si los “hinchas” o “barras bravas” se drogan y luego cometen crímenes brutales contra inocentes que NADA TIENEN QUE VER con sus miserias, como la pobre Paola Vargas, que no se diga que sólo son culpables los asesinos, sino busquemos a los responsables de llenar los estadios de tanta droga, de alcohol y a las propias “organizaciones” futboleras que reciben mucho dinero de la industria cervecera y luego se hacen los locos.
    Otrosí, NO ES POSIBLE que la Policía Nacional del Perú, mal pagada como siempre, que tiene pocos efectivos para cuidar una ciudad de 10 MILLONES de habitantes, cada vez que hay partiduchos futboleros, tenga que dedicarse a ser guachimanes en los estadios. Para eso no pagamos impuestos. LO MEJOR SERIA QUE SE JUEGUEN PARTIDOS SIN GENTE, por lo menos hasta que TODOS los “clubes” futboleros tengan empadronados a sus aficionados y dejen de promover el alcoholismo en sus estadios.
    Este gobierno hasta ahora no termina siquiera una cárcel adecuada para presos por pandillaje pernicioso y la Justicia no existe para tanto delincuente y criminal que se burla de las Leyes y sale de prisión en tiempo récord para seguir asesinando. Tomen nota: Sólo en 7 meses (enero a julio 2008) CERCA DE CUATRO MIL VIOLACIONES ocurrieron en Lima pero las cadenas perpetuas se pueden contabilizar con los dedos de una mano. El Sr. Alan “Pena de Muerte” García ha mostrado su colosal ineptitud también en ese terreno. Debería escribir un poema al respecto, para variar.

    Nicolás Vidal Salas
    Presidente de la Liga Peruana Antitabáquica

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  6. Lamentablemente los malos ejemplos se imitan,,,la prensa con Bayly, Magaly…los periodicos de 50 centimos solo traen achoramiento y modelos equivocados y los padres de familia que ya no controlan nada…y quieren que el estado lo haga por ellos…aqui hay que poner mano dura…si es necesario pena de muerte a los que causen muertes o violaciones, la sociedad tiene que defenderse de la mejor manera y esto no tiene nada que ver con el modelo economico ni mucho menos…el desarrollo ha tarido dinero y eso ha atraido prostitucion, drogas y maleantes, hay que ser fuertes y apoyar acciones fuertes tambien.

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  7. Interesante el artículo, hay mucho de verdad en ello. Pero quiero referirme a la veracidad de la noticia, esto es, a SI ES CIERTO QUE BARRISTAS DE LA “U” ASESINARON A LA CONTADORA ARROJANDOLA DE LA CUSTER. Digo esto, porque si bien existen el problema de las barras bravas y todo lo demas, tambien existe el problema de los medios de comunicación que difunden una noticia sin una base mínima de sustento, solo por vender o por promover un interés en particular ( Para el presente caso, el que los clubes de Futbol deban ser Sociedades Anonimas). Digo esto, porque he leido casi todos los periódicos( en papel y en la web) y no hallo la base en que sustentan la afirmación que fueron barristas de la “U” los que asesinaron a la contadora “botandola de la custer”. Todo es conjeturas, el Comercio y Perú 21 ( diarios se suponen serios) primero señalaron que, los barristas la arrojaron del vehiculo al pavimento produciéndose el asesinato, luego señalaron que la muchacha quizo bajar del auto por haber ingresado a ellos los barristas y el vehiculo paró y es ahi donde arrojan a la muchacha al pavimento, ahora sorprendemente leo Peru 21 y dicen que botaron a la muchacha del auto y se bajaron los barristas y le pegaron: Si asi como leen y todo está en el archivo de estos periódicos. El tema es que NO HAY TESTIGOS DEL HECHO HASTA LA FECHA, y si no las hay, porque diablos afirman que fueron barristas de la “U” quienes la asesinaron?, eso no es serio. Ayer el propio Beto ortiz dijo algo similar en su programa Enemigos Intimos (Los barristas la asesinaron), sin embargo, minutos despues, su propio programa propaló la entrevista a los padres de la chica, señalando su padre que: “la versión que maneja la policia es que su hija al ver que subieron a la custer varios barristas, ella se quizo bajar y el carro siguió su camino a velocidad y estando ella en la puerta del carro, es probable que algunos barristas hallan querido robarle y ella cayó al pavimento”, la madre dijo que “para ella los barristas la habrían botado, por la forma como cayo su hija”, se dán cuenta los propios padres no saben a causa de qué su hija cayo al piso, son hipotesis, pero ya el Comercio y Perú 21 señalan irresponsablemente que “los barristas la asesinaron” originado con ello toda una red de gente que denigra, insultan, maldicen a los barristas sin saber siquiera si la chica fue empujada o no!: toda una histeria colectiva. A mi juicio,y esta es una hipotesis, no la verdad, la chica se puso nerviosa y quizo bajar ante la presencia de los barristas. El chofer en vez de parar el vehiculo, ante el pedido de ella, aceleró mas y ante una mala maniobra la chica que estaba en la puerta de la Custer cayo al pavimento. Siempre que hay un asesinato hay un movil, y en el caso no existe movil, no existe el movil del robo, porque no le robaron nada ( los padres no han dicho que le robaron algo a su hija, hasta el celular lo tuvo el policia), si hubiesen querido robarla ya lo hubieran hecho si eran muchos barristas y no esperar que llegue a la puerta, es mas sería muy raro que los rateros le roben y se queden en la custer ara ir a su partido (el asesino siempre abandona el lugar de los hechos y se escabulle).Que otro móvil puede haber, no hay venganza, a la chica ni la conocían. A mi juicio todo fue un accidente, en todo caso un homicio por negligencia del chofer y del cobrador de la Custer que en vez de detener el auto, siguieron con el mismo, maniobraron mal y por la alta velocidad la chica salió volando y al caer no pudo cubrirse con sus manos. Si los culpables hubiesen sido los barristas, me pregunto ¿porque huyó el chofer de la custer?, ¿ si no tenían la culpa porque no dieron la cara y denunciaban a los barristas?, el hecho sucedio en las inmediaciones del Jockey y la U de Lima, ahi siempre hay seguridad y policias tanto en el ovalo monitor cercano a 50 metros y en el Jockey. Es mas probable que sean ellos, los barristas que ganaban con tirar a una indefensa chica. Ojala que al final se sepá la verdad, que pienso no será lejana a mi hipotesis (conociendo como se conducen esta custer y combis) y al final sería bueno que tanto el Comercio y Peruú 21 se disculpen ante el Club Universitario, porque están manchando su nombre, incluso la pueden afectar economicamente porque podrían cerrar el Monumental, ahora que el Club debe pagar sus tributos impagos. No hagan que el odio que puedan tener al Deporte del futbol por a o b motivos, los lleve a tomar posturas basadas en hipotesis, pero que ustedes lo toman como VERDAD. A los deudos mis condolencias y espero se les haga justicia.

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  8. La cantaleta de siempre: El Estado es el culpable. Claro, si se aumenta el tamaño del Estado, muchos rojitos (amantes del puestito estatal), podrán acrescentar la filas de la inepta burocracia pública, como en la década de los ochenta, los años maravillosos de los estatales, cuando hacían huelgas tres semanas al mes y la otra semanita la dedicaban a elaborar la sacrosanta “plataforma de lucha”, con el firme propósito de acentuar las “contradicciones del capitalismo”. No gracias, no necesitamos más Estado, necesitamos mejor Estado, no un descomunal elefante adiposo que no sirve para nada, sino un musculoso jaguar que haga bien lo que le compete hacer.

    PD:
    A propósito amigos, a todos los amantes de la paz y los DDHH, se nos pasó una fecha importantísima y nadie comentó nada: el aniversario de la paz con el Ecuador. Sin duda, esta paz ha sido el logro concreto más importante en favor de los DDHH que alguna vez se haya hecho en este país (Mil veces más importante que toda la papelería que nos legó la CVR). Ya no más conflictos con el vecino del norte, ni jóvenes enviados a morir en las fronteras, ni incidentes cada mes de enero. El mejor punto a favor del pleno respeto a los DDHH en el Perú. Gracias Fujimori.

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  9. barristas eran inocentes PNP vio el video de seguridad y se confirmo q el chofer era el q choco a la chica y se quiso dar a la fuga, pero al final culpo a los hinchas

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  10. En el Callao la violencia es más brutal, con bandas que se agarran a balazos a cada rato (aunque ya ha menguado un poco) y nadie dice nada. Barras bravas son peligrosas cuando hay futbol, después nada. Las pandillas si son peligrosas porque su accionar es diario, pero local, no salen del barrio, aún no llegan al nivel de violencia ejercida por las Maras centroamericanas. Ahí si que la tienen recontra difícil. No hay que llegar a eso. Esto es un caso netamente policial y nada más. Y muy cierto lo que dice Federico, no está corroborado que hayan sido barristas. Que yo sepa ninguna custer “lleva” contenta a barristas exaltados rumbo a una “guerra”. ¿Ya no se acuerdan lo del pulmón “robado”?. ¿Uso psicosocial de una lamentable pérdida? puede ser.
    ¿Marcel Velazquez? ¿No era un critico literario que a veces funge de historiador? No pues, de seguro nunca ha ido al estadio. Esa verborrea “estudioculturalista” no tiene mucho fundamento que digamos. Ahí estamos de acuerdo Alfredo P. pero de que el contexto ideológico global incide en las acciones del ser humano si que es coherente. O acaso crees que nacemos con un software de cómo nos vamos a comportar hasta que nos vayamos pa la Habana? ¿No aprendemos en el camino? ¿Y lo que aprendemos no nos lo dan el contexto? En fin.
    Miranda, yo también me acordé de la fecha, bien por la paz. No lo niego. Pero ojo que las escaramuzas que mencionas siempre venían del lado ecuatoriano y no del nuestro. Y tampoco te olvides que en el contexto de ese conflicto fueron las oscurísimas compras millonarias de 18 aviones modelo MIG 29BM y 18 Sukhoi-25, por más de mil millones de dólares, de los que se cayeron tres y la mayoría no funciona. Por eso es que ahora el estado va a gastar 52 millones de dólares para repotenciarlos. Si pues, a veces la memoria es selectiva….

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  11. Definitivamente en fútbol y en otras cosas andamos mal. Sin embargo, en el caso del fútbol tenemos que ser radicales.
    El fútbol ha derivado en una competencia insana de personas que lejos de demostrar pundonor, hidalguía y honor en la competencia, demuestran matonería, salvajismo innecesario, cobardía. Sólo basta observar a los actores de este deporte. Los jugadores no entrenan debidamente y quieren ganar tratando de lastimar al otro. Patadas, codazos, manazos a mansalva. Está bien que sea un deporte de contacto (mirar el fútbol de otras latitudes) pero no justifica lo que se hace aquí. Los “hinchas” por otro lado son delincuentes que van al estadio drogados, borrachos, armados con pistolas, cuchiloos, etc. Los dirigentes metidos en este negocio para lucrar dejan al “club de sus amores” en bancarrota, jugadores impagos. Levantando el ego de unos jugadorcitos que sólo aspiran a tener el carro del año y pasear con la vedette de moda.
    En mi concepto el llamado fútbol profesional no genera nada bueno para la mayoría de todos los peruanos. Los periodistas que se dedican a este deporte poco o nada van a opinar por que de este medio viven.
    En resumen, el Perú gana algo con este deporte. La respuesta es NADA DE NADA.
    MÁS BIEN OCASIONA GASTOS. Quien paga a los miles de policías que cuidan este espectáculo. Los gastos del espectáculo no los paga nadie. Los dueños de los clubes deben al estado millones de soles. Cuando las barras salen del estadio dañan la propiedad privada, asaltan transeúntes, asesinan gente indefensa.
    Por todo ello creo que no se pierde nada si se suspendiera este deporte o en todo caso que sólo se transmita por televisión.
    El gobierno debería intervenir para regular esta actividad. Y digo regular cuando se debería tomar medidas para identificar estos delincuentes. Que los clubes no repartan entadas gratis. Qu se filmen e dentifiquen los revoltosos y se los mande a prisión. Que los clubes sean sociedades abiertas a todos. Que los jugadores actún profesionalmente, que no se anden tirando en la cancha, que no hagan tiempo demorando las jugadas, que sean verdaderos atletas jugando con energía,etc, etc.

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  12. No se necesita demasiada imaginación ni conocimiento para saber lo que ocurrió dentro de esa custer.

    A la unidad donde viajaba la joven y al parecer brillante profesional sube una partida de desalmados, apestando a alcohol, pasta básica y marihuana. Empiezan a vejarla sexualmente….eso ocurre siempre en la salida del Estadio con las parejitas que están por el Parque de la Expocisión o que caminan por Arequipa , Arenales y Petit Thours….la manosean y le quitan sus cosas…la chica entra en pánico y se trata de bajar como sea del micro mientras la siguen manoseando, el chofer se muere de miedo y, en lugar de chocar la unidad contra un poste o un muro u otro auto sigue la marcha…la chica se tira o la empujan…eso es irrelevante.

    Esa turba es la que la asesinó….lo que dice Federico me parece penoso.

    Ahora bien todo este lumpen que sumado debe contarse por millones es producto de la miseria material y moral que generó en el país Alan García y continuó el “campeón de la paz” el delincuente y genocida Kenya Inomoto Fujimori (a) “chino rata” al alimón con Guzmán Reynoso…..esa es otra de las herencias del presidiario de Barbadillo.

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  13. “Sin embargo, la mera represión legal nunca ha solucionado un problema sociocultural.”
    ¿Y algo más extremo, entonces? Como toque de queda y ley marcial en los distritos problemáticos.

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  14. Aterriza Pedro Tierra, mi hipotesis cada vez se hace mas plausible. Ahora que ha avanzado la investigación, se sabe por testimonio del chofer que entraron a su carro 2 manchas y se trompearon dentro, ello se confirma con lo que han declarado los familiares de “Bolon” que dicen lo mismo. La chica entrá en panico y trata de bajar, grita al chofer que pare y este sigue, luego la chica cae al pavimento. El movil del robo esta descartado no por mi, sino por la policia y el padre de la chica que señaló que en su cartera estaba todo, I phone, 2 celulares, plata,etc. En ATv hoy el chofer ha dicho que los barristas no apestaban a marihuana,licor,etc. ha dicho que no vio si la empujaron o se cayó, tampoco está seguro si la chica estuvo en el carro. A mi juicio, el principal culpable es el chofer por seguir la marcha, sabiendo que la puerta estaba abierta y habían mucha gente, creo que por la amontonadera de gente la chica pudo haber caido accidentalmente, no creo que la hallan lanzado ( que ganaban con ello!), el principal factor es la negligenccccccccc del chofer, como factor contribuyente es la actitud de los barristas d eentrar a un vehiculo y causar desmanes, y en tercer lugar, yo se que no es popular decirlo, pero hubo la imprudencia de la chica de querer bajar poniendose al lado de la puerta estando en marcha el vehiculo (aunque esto es comprensible por el miedo que tenía), hubieron otras personas en el carro que se quedaron sentadas y no les pasó nada ( nadie ha denunciado robo ni manoseo, ni la policia ha dicho eso). Sería bueno, que todos salgan a declarar para esclarecer del todo este penoso caso.

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  15. Interesante analisis, del acontecer de nuestro país. Gracias a la ineptitud de las autoridades y a la decadencia moral de nuestra sociedad. Hoy no hay ley, cada quien hace lo que mejor le parece.

    Gracias por su articulo, de veras es muy edificante y ayuda a observar mejor la realidad de nuestra patria

    Un abrazo

    Rafael Salinas V
    http://www.rsvperu.org

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  16. AQUI EL PROBLEMA SON LAS BARRAS BRAVAS Y LOS PANDILLEROS, SE DEJA VER LA AUSENCIA DEL ESTADO, DEBERIA VOLVER EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO Y TOQUE DE QUEDA, ADEMAS TODA ESA GENTE LO QUE LE FALTA ES TRATO DURO Y MUCHA PERO MUCHA PERSONLIDAD Y EN CIERTOS CASOS DEFINIR BIEN SU SEXUALIDAD YA Q E VISTO A VARIOS CON ARETITO, POR QUE OTROS USAN, SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO Y SI HAY GUERRA TODA ESA LACRA COMO CARNE PAL CAÑON, A VER SI ALLI SON TAN MACHITOS

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  17. cuidado las cosas se pueden salir de control, a las barras las mantienen economicamente los equipos de futbol, sin importar nada los miembros de las barras son desadaptados que aprovechan la ocasion para delinquir al marguen de la ley, no vaya ser que termine como los sindicatos de construcción civil, que nos deparara el futuro; urge cambiar leyes

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