Hace casi 20 años falleció Ramiro Prialé, considerado como uno de los líderes máximos del APRA. Prialé, en vida, fue el encargado de hacer los más extraños acomodos del partido de Haya de la Torre, tanto con Manuel Prado como con Manuel Odría, acomodos que hasta ahora los apristas no pueden explicar salvo con un argumento: sobrevivencia política.
Sin embargo, parece que el espíritu de Prialé ha regresado. Según se ha podido conocer, Alejandro Toledo y Ollanta Humala han sostenido una reunión durante la semana que el ex presidente estuvo en Lima. Como se sabe, ambos personajes han tenido discrepancias abiertas e, incluso, Ollanta apoyó la rebelión de su hermano Antauro contra Toledo – y luego se quiso desmarcar de la misma -, mientras que a Toledo le desagradaba abiertamente que Humala ganara las elecciones. No podían ni verse en pintura.
¿Y para qué se han reunido? Pues no han querido soltar prenda. Y en el propio toledismo el espíritu de contradicción sigue viviendo. Mientras David Waismann repetía la máxima de Prialé, Juan Sheput se mandaba con lo siguiente en su blog:
¿A qué le tiene miedo el Premier?
Pareciera que no quisiera que se conforme un bloque opositor, que fiscalice y haga una crítica de lo que marcha mal y brinde alternativas.
Tener un bloque opositor no es mala idea, por el contrario, es necesario en un país poco institucionalizado. Y al margen de si esa es la mira real, termino coincidiendo en algo con Alvarez Rodrich cuando señala que:
Un síntoma saludable de toda democracia es que sus actores principales tengan contactos en los que puedan exponer, en privado, sin los condicionamientos que imponen los actos públicos, sus puntos de vista e, incluso, airear sus diferencias.
La pregunta que gira es en torno a la consistencia de un posible entendimiento.
Por un lado, Toledo tiene una estrategia clara hacia el 2011. Mirko Lauer ya ha señalado que el ex presidente quiere aparecer como la “alternativa de centro” frente a un chavismo reloaded y a una derecha conservadora. Claro, con las limitaciones que supone vivir fuera y, además, con un montón de gente que no guarda un buen recuerdo de su gobierno.
En cuanto a Humala, su estrategia es indefinida. Aunque no cree del todo en la democracia y sigue muy cercano a Chávez, su chúcara bancada no ha llamado a la rebelión, no se ha insubordinado a las reglas constitucionales, aunque sigue haciendo bravatas de vez en cuando. En suma, una incógnita no despejada y que bien puede suscitar la pregunta: ¿qué hacemos con los grupos no democráticos: los sacamos del sistema o los incorporamos? La idea es que se cumpla la segunda alternativa, pero lo difícil sigue siendo el como, más aún cuando el discurso humalista me recuerda a la izquierda radical de los 80: participan en el sistema, pero quisieran patear el tablero.
Lo que si parece lamentable es la reacción del gobierno. Achacar esta reunión a un afan desestabilizador es too much. Las censuras e interpelaciones a los ministros son ejercicios normales de una democracia – de hecho, como lo recuerda Perú.21, fue uno de los ejercicios favoritos del APRA durante los gobiernos pasados – y olvidar sus conversaciones y entendimientos con el fujimorismo – que podrían ser tranquilamente equivalentes a sus tratativas entre Toledo y Humala – es de un cinismo realmente grande.
¿Don Ramiro se previó todo esto?
José Alejandro Godoy 
Una de las piezas claves de la democracia es la posibilidad de debatir pareceres. Cuando estos son homogeneos o similares se hacen las alianzas que llevan a que estas ideas obtengan corporeidad por medio de las leyes o las acciones de gobierno. El intercambio alturado de pareceres no solo es lícito sino debería ser promovido intensamente. Cuando los pareceres son en esencia divergentes, entonces se produce la denominada oposición, que se expresa en infinidad de variantes, desde la oposición radical e intransigente hasta aquella oposición colaborativa en que, a pesar de las discrepancias, se busca un objetivo superior para la actuación.Si bien conversar no es pactar, peor es pactar sin conversar, por que de alli devienen muchos de los males que como pais aun arrastramos a lo largo de nuestra prolífica y pactable historia..
Me gustaMe gusta
Los “malos recuerdos” de la época de Toledo son poca cosa al lado de lo que está sucediendo actualmente. Inflación y baja del dólar a la vez es lo peor que le puede ocurrir a nuestras exportaciones, especialmente las no tradicionales que dan bastante mano de obra. ¡Que Dios nos ayude!
Me gustaMe gusta
Yo creo que Del Castillo sigue siendo el alcalde gorgojo, el “Jorgito” imitado por los cómicos de la televisión. ¿Cómo se le ocurre criticar eso?. Parece el ñoño con su “mírelo eh, mírelo, eh” tratando de culpar a otros del festival de coimas y desmanejos que vemos día a día.
Me gustaMe gusta
creo que nadie debería dramatizar por la reunión toledo humala.ojalá hubiera algo parecido a una oposición en nnuestro querido país.coincido también con alvarez rodrich.
Me gustaMe gusta
las coincidencias entre el confrontacionismo de los adeptos al humalismo y los escritos de Sheput preveian esta conversacion tarde o temprano. Pero bueno, asi es la politica.
Me gustaMe gusta
La “coalición” que hizo la dirigencia del APRA con su verdugo el ex dictador Manuel Odría, fue denunciada por muchos apristas de TRAICION. Además, empujó a un sector -juvenil- del partido de la estrella a la lucha armada con los resultados lamentables que todos conocemos. En las páginas de la Historia contemporánea del Perú esta “simbiosis” APRA/UNO está registrada en la ‘sección’ VERGUENZA. La “objetividad” moderna, sin embargo, lo llama “acomodo”. La reunión Toledo/Humala desde esta curiosa óptica es un “acomodo”, es decir, una traición, una verguenza..! – Qué ‘raro’ ..! -deslizan unos al ser interrogados sobre la oscura maniobra del Cholo y el nacionalista – Qué extraño y sospechosa esta conversación, -concluyen otros más lúcidos. ¿Cuál es la “contradicción” de David Waisman cuando dice que “conversar no es pactar” con la “mandada” de Juan Sheput en su blog que en legítima usanza periodística “condicionalmente” hace unas anotaciones: (“pareciera”/ “quisiera”) Elucubra Sheput de “un posible”, una “posibilidad”, una pretendida posición del Premier Jorge Del Castillo… Objetivamente el “complot” no ha pasado de una simple reunión entre líderes de dos organizaciones ajenas al ejecutivo.Eso es lo objetivo. El resto son puras especulaciones interesadas unas, e irresponsables las más.Es el “detalle” y pretexto del totalitario. Los interesados que ven fantasmas, y los analistas que lo difunden, se adelantaron al ‘Halloween’ por eso salen disfrazados en la foto..! Pareciera que blindar al Ejecutivo se buscara: Me “acomodo”, enciendo el ventilador y riego increíbles deducciones. En resumen: Cantinflas es el ideólogo por excelencia de la política peruana. Como quien dice: Donde digo Diego dice, digo dice Diego. Por eso “concuerdo” con Alvarez Rodrich que dice exactamente lo opuesto que dice Diego..!
Me gustaMe gusta
De acuerdo en parte con Godoy, sin embargo me parece hilarante que los primeros que se escandalizan porque el APRA converja con el fujimorismo sean los primeros en acusar a otros de sospechar de ésta reunión. Vamos pues, más coherencia.Mucho ruido por algo sin mayor vuelo. En lo personal, cuando leí ésta noticia pasé de página, ambos “líderes” (si cabe el término) ya fueron.
Me gustaMe gusta
SE OLVIDARON DE DECIR QUE LOS DOS REUNIDOS TIENEN COMO MANDAMASES A SUS RESPECTIVAS CONYUGES.ES DECIR LO QUE PODRIA ESPERARLE A PERU CON “TREMENDAS ILUSTRADAS POLITICAS” SI LAS DOS LOGRAN TAMBIEN REUNIRSE.JA JA JA JANO MEJORAJI AJI AJI
Me gustaMe gusta
Me parece correcta la posición de Juan Sheput (que dicho sea de paso junto con Ferrero si estuvieran en el Congreso las cosas serían distintas en el país) lo que me parece mal es tu pose anti toledista permanente. está bien que seas hincha de la anodina y mediocre Susana villarán pero eso no te da derecho para que desde tu azotea ataques a humalistas, toledistas, alanistas y cuanta gente no sea de tu mundo caviar.
Me gustaMe gusta